sábado, 7 de septiembre de 2013

Capítulo 1: Una visita inesperada

Día 5 de Mayo, 11 am; año 2013

Hola, la gente que me conoce, me llama Helena, pero no os penséis, que Helena es mi nombre real, yo no soy humana y, por tanto, mi nombre tampoco lo es.
Para comenzar, mi nombre es Alysa, Alysa Naeteath. Los de mi raza somos “avernos”, y, a su vez, los avernos se dividen en Casas.  La gente que es como yo, ha vivido cientos de millones de años, podemos adquirir la forma que deseemos, somos jóvenes eternamente, podemos movernos a la velocidad de la luz y hacer millones de cosas que para la gente normal serían imposibles. Pero, eso tiene un precio, como todo en esta vida.
 Pero, tal vez, el precio que tenemos que pagar es demasiado alto. Nosotros, pertenecemos a la noche, a la oscuridad, nuestra meta, por llamarlo de alguna manera, es, que el mundo entero acabe sumida en ella, en el caos y en la destrucción. Debemos encontrar la belleza y la perfección en lo que otros tan solo encontrarían horror y desolación.
Pero, eso tal vez, sería más sencillo si, no hubiera otra especie que quisiera hacer lo contrario. Los myriad, ellos tratan de construir, lo que nosotros tratamos de destruir. Por tanto, cada vez que vemos a algún ser de la especie contraria, sin siquiera hablar entre nosotros nos enzarzamos en una pelea a muerte.

Yo, soy un averno mestiza. Es decir, mi padre Aurylion, pertenece a la Casa de los Sueños y de la Noche, y mi madre Larissa, pertenece a la casa del mar. La verdad, no hay muchos como yo, pero, todos los mestizos, poseen rasgos y dones del padre y de la madre.

Actualmente, vivo en Brighton, en Reino Unido. En una calle en la que todas las casas son de colores, mi casa, es lo suficientemente grande para a mí, que vivo sola. Posee una gran habitación de invitados con un baño en la tercera planta; un despacho, una biblioteca personal, mi habitación, un baño y una habitación en la que solamente hay ropa y espejos, en la segunda planta; en la primera planta están el salón, la cocina y una pequeña sala de música; y, por último un sótano.

Esta mañana, he ordenado un poco mi habitación, que es muy espaciosa y confortable; tiene las paredes pintadas en lila claro, un mueble estantería con cajones dónde guardo bastantes cosas de otras épocas, como una foto con mi hermano en blanco y negro, y
otras cosas.
Después de ordenar mi habitación, bajo a la primera planta y, comienzo a ver la tele sin prestar mucho interés.
En ese preciso momento, en el que has encontrado la postura más cómoda, llaman a la puerta.
Y, cuando abro la puerta me encuentro la alegre sorpresa de ver a mi hermano Alexander y a mi padre, Aurylion. Nada más ver a mi hermano, les doy un fuerte abrazo a cada uno y los invito a pasar y a  sentarse  en el sillón.
-Bueno, ¿A qué debo agradecer esta agradable sorpresa?- digo sonriendo.
-Pues nada Aly, que ya la has vuelto a liar.- dice mi hermano riendo.
-Esto no es un tema de bromas chicos.- dice mi padre.- Alysa, necesito que me hagas un favor, bueno, en realidad, necesito que los dos lo hagáis, pero, lo tendréis que hacer por separado.-En ese momento mi hermano hace una mueca y comienza a hablar.
-¿Entonces para qué nos citado juntos?- pregunta mi hermano mientras se levanta del sillón, se dirige a la cocina y abre un armario, en el que solía tener patatas y snacks.- ¿Aly dónde tienes patatas fritas?

-Pues os he citado juntos, porque vuestros favores están relacionados con un averno, muy peligroso, y necesito que lo busquéis por sitios diferentes.- se detiene durante un instante, pero al ver las caras de desaprobación tanto de mi hermano como la mía decide añadir- Y, esto no se me ha ocurrido a mí, se le ha ocurrido a Skarieth.

Trato de ocultar mi cara de asombro e intento añadir algo, pero soy interrumpida por mi hermano.

-¿Y no podemos ir nosotros juntos, y el resto de gente que vaya por otro lado?- dijo mi hermano con una pizca de esperanza en los ojos.
-No, Skarieth ha pensado que cada uno de vosotros deberá ir en uno de los dos equipos. Cada equipo está formado por dos personas. Skarieth me ha dicho que Alex va con el hijo pequeño de los Lavcoannii, Andreus; y tu Aly con Angelo Sliunglith.
-¿¡QUÉ VOY CON QUIÉN!?- digo sin poder contenerme- ¿ME ESTÁS VACILANDO? ¿ME ESTÁS DICIENDO QUE A ALEX LE TOCA ESTAR CON UN
ENANO ADORABLE, Y A MÍ, ME TOCA ESTAR CON ESE ORGULLOSO REPELENTE?-
-Sí, exactamente, Alysa, y, no te molestes en poner malas caras, porque sabes que te va a dar igual y que vas a hacerlo aunque no quieras.- dice mi padre sin piedad ninguna.- Y, los cuatro sois buenos luchadores, y rastreadores, Skarieth, os ha colocado así por algo, yo lo veo perfecto.
-Papá, ¿me estás diciendo que ese crío se puede compararse conmigo?- dice mi hermano levantando las cejas de manera incrédula.
-Sí.- dice mi padre con seriedad.
-Pues papá, te voy a enseñar a hacer hijos- dice mi hermano riendose.
-Alexander Naeteath, no me vuelvas a hablar así en toda tu vida, ¿Te queda claro?- dice mi padre empezando a utilizar un tono severo y enfadado.- Para los dos, la búsqueda comienza en Venecia, allí a cada uno de vosotros os esperarán con vuestra pareja de equipo, y L.Zaidara esperará a Aly y a Alex le esperará A.Tyanlazela. Aquí tenéis vuestros billetes de avión, los dos salen desde Londres mañana. Me gustaría quedarme más tiempo pero me esperan en una reunión muy importante, intentaré llamaros en cuanto tenga un momento. Sé que estáis enfadados con la situación. Os quiero- contesta mi padre mientras se levanta del sofá y se dirige a la puerta.

-Y yo a ti-le contestamos mi hermano y yo a la vez mientras nos levantamos y lo acompañamos hasta la puerta.

Cuando mi padre se va mi hermano me da un abrazo y ambos comenzamos a hablar.
-Te he echado de menos hermanita- dice riendo.
-Yo también a ti, por cierto, ¿Te gustaría dormir aquí esta noche?- pregunto con la esperanza de poder pasar la noche viendo alguna peli con mi hermano.
-Me encantaría tontita- dice intentando hacerme de rabiar.-  Tengo aquí algo de ropa, pero no toda la necesaria para irme a Venecia, si le parece, utilizaré su ducha y su cuarto de aseo y después iremos al Churchill Square, a comprar algunos trapitos- dice riendo- Te gusta el plan e.e.e.e.ee – dice sin evitar reír.
-Me parece muy bien, bueno a la vete a la ducha que yo me voy a arreglar. Ah, por cierto, dúchate en el baño de invitados, que me tengo que arreglar.- le digo sacándole la lengua y riéndome.

-Mira que eres tiquismiquis.- dice mi hermano con burla.- Bueno subo arriba.

Cuando mi  hermano sube para arriba a paso humano, decido emplear mi velocidad de averno para llegar a mi habitación-vestuario. Esta habitación, se podría decir, que es una de mis favoritas. Es, el sueño de cualquier chica a la que le apasionen las compras. Es una habitación repleta de estanterías y zapatos, y en el medio, como si fuese una tienda grandes círculos con ropa en perchas, ordenada por marcas, cronológicamente. Después de mirar un rato mi ropa, elijo una camiseta de Hollister con rayas horizontales en azul y en blanco; unos vaqueros cortos de la misma marca y unas Vans del mismo azul que las rayas de la camiseta. Después de vestirme me voy a mi baño y me aplico algo de base de maquillaje y tan solo aplico rimel en mis ojos.

A los pocos minutos de terminar de maquillarme oigo a mi hermano desde abajo llamarme diciendo que ya está listo.

Me reúno con él y ambos salimos y montamos en mi coche para dirigirnos al centro comercial Churchill Square. Una vez allí decidimos ir juntos a Hollister.
Allí, cada uno decide ir a la sección que le corresponde. Yo paso al final de la tienda y elijo un par de bikinis, varias camisas y shorts, y un vestido para probarme. Después de probármelo todo, y comprármelo le mando un whatsapp a mi hermano diciéndole que ya que terminado y que voy a estar en el Starbucks que hay fuera del centro comercial.

Después de pasar allí media hora o así, parece mi hermano con unas 10 bolsas en las manos y las deja en la silla que hay a mi lado.

-¿Vamos a tu casa, dejamos esto y vamos al Pier?- dice mi hermano sonriendo.
-Vale.- digo mientras juego con mi pelo.

Nos dirigimos a mi casa en mi coche, y después de un rato llegamos, pero para evitar tardar mucho solo entra él y deja las bolsas en la entrada.
Se vuelve a montar en el coche y baja la radio.
-Aly te tengo que contar una cosa…- dice bajando el tono de voz
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- digo preocupada al ver el nerviosismo en su voz.
-No, no es nada grave, pero quiero que tu seas la primera de la familia en saberlo.- lo miro asustada abriendo mucho los ojos, sonrío y veo que él también sonríe.
-Dime, ¿qué has hecho?- digo riendo.
-Pues… Estoy saliendo con una averno.- siento que mis ojos se abren como platos, y que una pequeña sonrisa sale de mis labios; pero el temor surca mis ojos.

Os hago una breve explicación: cuando un averno empieza a salir con otro averno, es, como si se comprometiera con otro averno, y de hecho, los avernos solo pueden salir con 1 averno en toda la eternidad, pero, también es cierto que solo se enamoran una vez. Pero para los avernos, es un paso muy importante, porque son seres muy fieles y estas parejas raramente se rompen.

Supongo, que he sido la primera en enterarme porque a mi hermano le aterra la reacción de mi padre, le aterra que le llame “cabeza loca” por  no haber pensado las cosas dos veces, o tal vez, que la chica no sea adecuada para mi padre.

-Bueno, pues felicidades.- digo sonriendo.- ¿Quién es la afortunada?

-¿Sabes quién es Hesper Oroitz?- dice sonriendo y subiendo el volumen de la radio.- Pues esa.

Seguimos el camino hasta el Pier, y cuando llegamos miro la hora de mi reloj y compruebo que son las 5 y media de la tarde. Llegamos a un puestecillo de la entrada en el que venden unos famosos batidos de galleta oreo, los compramos y bajamos a la playa para sentarnos en la arena.


-¿Con que Hesper eh?- digo riendo.- ¿De la casa del Fuego verdad?

-Sí.- dice sin evitar sonreír.

-¿Estás seguro de lo que has hecho verdad? Haber, no me quiero parecer a papá, pero una cagada en eso puede tener serias consecuencias…- digo nerviosa.

-Sí, lo pensé mucho… llevamos como unos 50 años tonteando y siendo muy amigos… me gustaba desde el principio… Haber… al principio no era como es ahora… ahora… no puedo pasar un puto instante sin pensar en ella, es, como si toda mi vida girase en torno a ella, sé que es una locura… pero no sé…- gira la cabeza hacia a mí y sigue hablando.- Hablamos casi a todas horas… me encanta… es… como la luz, cuando estamos abrazados parece que el mundo se detiene, y cuando me besa… no sé, siento que la quiero y que no quiero separarme de ella.- Ríe y dice.- Vale, no te pienses que soy gay pero es la verdad Aly.

-Te debe de gustar mucho….- sonrío.- y, ¿Cuánto tiempo lleváis de lío o rollo, sin salir?- pregunto con curiosidad mientras vuelvo a beber de mi batido.

-Unos cinco o diez años… no sé.- Sonríe y da un sorbo a su batido, terminándolo.- Lo qué sí sé es cuando hemos empezado a salir oficialmente.- Me mira a los ojos y dice.- El 24 de Abril de 2013. No sé cuando nos prometeremos… supongo que cuando acabe la movida en la que nos ha metido papá… yo solo espero que sea pronto.- deja caer su batido al suelo.- Porque quiero verla ya.

-Bueno, Romeo, lamento decirte que te toca esperar…- digo riéndome.- Vamonos a casa, que aquí a las 6 de la tarde se acaba la vida.-digo mientras me levanto.

-Vale. Por cierto, me dijo papá antes de que entrásemos a tu casa que Skarieth nos iba a mandar unos emails para contarnos el plan.- dice mientras se levanta y se dirige hacia mi coche.

Le sigo y le dejo conducir de camino a mi casa. Cuando llegamos mi hermano se dirige al salón y me dice:

-Aly, voy a elegir peli y voy poniendo el Home Cinema, haz algo de provecho mientras.- dice mientras me guiña un ojo.

Sin decir nada, subo a mi baño me quito el maquillaje que llevaba con toallitas desmaquillantes. Me quito la ropa dejándola perfectamente doblada y me meto en la ducha. Después de pasar 5 o 10 minutos con el agua cayendo sobre mí, comienzo a lavarme el pelo, utilizando para ello champú y mascarilla, y a continuación me lavo el cuerpo.
Después de un rato allí, salgo y me seco con la toalla. Nada más salir, me siento con muchas más fuerzas, porque, al fin y al cabo el agua me aporta gran parte de energía.
Me pongo un pijama corto de Woman Secret´s y bajo al salón.
Cuando bajo, veo que mi hermano a terminado de poner el home cinema con la película de “El diario de Noah”, y sin mencionar una palabra me dirijo a la cocina y hago unas palomitas.
Cuando están hechas me siento en el sofá con mi hermano y bajo al mínimo el volumen de la televisión, me giro hacia él y comienzo a hablar suavemente:

-¿Porqué piensas que papá nos ha metido en un lío de estas dimensiones?-

-Si te soy sincero, no tengo ni idea, pero no me hace ni puta gracia. A mí es que tanto secretismo no me gusta, ya lo sabes…-

-Ya.- le corto.- Es que me parece muy raro, pero tiene que ser algo gordo, algo que vaya a causar mucho revuelo, porque si no no mandarían solo a cuatro personas…

-Y el tema, no es que sean solo cuatro personas, el tema, es qué cuatro personas… Es decir, a mí me mandan de canguro, y a ti… - se ríe.- A ti te toca con el orgulloso ese,
estarás contenta.

-Pues la verdad es que no mucho… Bueno vamos a ver la peli, que me cabreo cada vez que pienso en el tema este…-

-Vale hermanita.-

Terminamos de hablar y comenzamos a ingerir palomitas mientras vemos la película, aunque he de reconocer, que yo apenas estoy prestando atención.

Lo que realmente me preocupa, es, que situación de desesperación habrá llevado a mi padre a moverse de su apreciada, y amada residencia en Sevilla. Lo que me preocupa, es qué le habrá hecho salir de allí, qué es tan importante, como para dejar la mansión familiar, qué es tan importante, como para dejar sola a mi madre y venir el solo por asuntos de la especie, qué es tan importante para que no hayan venido juntos…
Me preocupa, pero prefiero no darle más vueltas al asunto, porque cada vez que lo pienso e intento resolver preguntas encuentro nuevas preguntas que no sé ni por donde pillarlas.

Después de pasar durante toda la película pensando en el tema que tanto me intriga, finaliza la película.

-No le has hecho ni caso a la película ¿verdad?- dice mi hermano sacándome de mis pensamientos.

-La verdad es que no.- me río.- Estaba pensando en toda la movida en la que nos hemos metido sin querer.

-Aly no lo pienses más, no le vas a encontrar una solución coherente, si no nos lo han dicho, no lo vamos a adivinas, sabes el secretismo que hay en ese círculo de personalidades, no te rayes la cabeza.- dice mientras se levanta del sofá.

-Vale Alex, me ha quedado claro, me subo a terminar la maleta, ¿subes?- Digo divertida.

-Sí, subo contigo, pero no te preocupes que no voy a molestarte, subo arriba a hacer mi maleta.- dice mientras me sigue y comienza a subir las escaleras detrás de mí.

-Por cierto,  ¿sabes cuándo sale el avión?-

-Sí, a las 7 de la mañana y son las 00.30, tenemos que estar allí a las 6, para facturar y todo el rollo…-comienza a decir.

-Vale, tenemos que salir de aquí a las 4.30 para ir sobrados de tiempo.-le corto mientras sonrío.

-Perfecto, hermanita, aplícate el cuento, y a las 4 nos vemos aquí, abajo, que luego tu eres la que se pasa cuatro millones de horas haciendo maletas.-dice riéndose.

-Vale… a las 4 abajo.- digo en plan borde.- Adiós.- digo mientras subo a la velocidad de la luz y cierro la puerta de mi habitación.

Saco mi maleta del armario, una enorme maleta de la marca Desigual y la deposito sobre la cama.
Abro las puertas del armario, y comienzo a sacar todo tipo de ropa, un vestido de fiesta, un conjunto deportivo, ropa arreglada, ropa informal, sudaderas, leggins, pijamas, camisas… es decir, en pocos minutos casi toda mi ropa se encuentra fuera de mi armario. Ahora comienza la parte más difícil, jugar a “Tetrix” para guardarlo todo, y dejar el espacio suficiente para zapatos de tacón y el neceser.
Después de pasar dos horas colocando la ropa de mil maneras consigo que entre todo, con los zapatos y neceser incluido, me dispongo a coger una  bolsa que me sirva de equipaje de mano para guardar el portátil, el ipod, ipad y mi teléfono móvil.

Después de buscar la bolsa y guardar la cartera con toda la documentación necesaria para poder abandonar el país y las cosas que he mencionado antes en las bolsas, me apresuro a dejar las bolsas cerca de la puerta de abajo, y tras comprobar la hora y saber que me quedan 2 horas enteras para no hacer nada, decido meterme en mi cuartito de música.
Este pequeño cuarto, no tendrá más de diez metros cuadrados, es una sala completamente insonorizada de paredes color café con leche, y suelo de parqué, decorada con algunos retratos de conocidos compositores como pueden ser Mozart, Beethoven, Vivaldi, Bach... y alguna que otra fotografía mía con mi hermano o con mis padres. Pero lo más importante de este cuarto, no son sus paredes, lo más importante son sus instrumentos. Un violín Stradivarius en perfecto estado, uno de los primeros pianos de la conocida marca Yamaha, el clave del mismo Bach… son, pequeñas reliquias recogidas a lo largo de los siglos, junto con partituras originales de famosos compositores.
Nada más entrar en mi salita pongo una alarma en el móvil para no tener un despiste con la hora, y después me dirijo a mi piano, y comienzo a tocar.
Comienzo a tocar una obra mía, particular que nunca nadie ha oído, una melodía singular, que podría parecer un vals por la sensación de vaivén que produce, una melodía que, poco a poco, mientras mis dedos se deslizan por el teclado inunda la estancia y absorbe todos mis pensamientos. El suave toque de mis manos sobre el piano realiza una melodía dulce  e hipnótica que me mantiene entretenida durante el tiempo necesario, hasta, que suena mi alarma y esta me hace perder la concentración y tengo que improvisar un final.

Recojo lo poco que he desordenado de la sala, salgo, y cierro con llave la puerta de mi pequeña cámara musical.
Me dirijo a la entrada y veo a mi hermano bajar las escaleras con su equipaje.
-Alex, nos queda media hora, coge todas las botellas de agua que encuentres por mi casa, que sabes que nos vendrán bien, y si ves botellas vacías rellénalas con agua de la garrafa grande que hay en el segundo estante del mueble de la izquierda; yo voy a cerrar con llave todas las habitaciones.- digo, y sin dejarle tiempo para responder subo al piso superior y comienzo a cerrar todas las puertas, de tal manera que en tan solo 15 minutos he cerrado todas las puertas.

Me reúno con mi hermano y sin decir una palabra ambos salimos de mi casa, cierro con llave y entramos en mi coche. Pongo un CD y comenzamos a escuchar música, que ambos escuchamos sin murmurar una palabra hasta que llegamos al aeropuerto.

Lista de reproducción
1.      Let her go – The passenger
2.      I dont wanna miss a thing – Aerosmith
3.      Annie – James Blunt
4.      The A team – Ed Sheeran
5.      Wonderwall – Oasis
6.      Summer Paradise – Simple Plan
7.      In the end – Linkin Park
8.      You´re beautiful – James Blunt
9.      Lullaby – Nickelback
10.  Dunk – Ed Sheeran
11.  Kiss me – Ed Sheeran
12.  Perfect – Simple Plan
13.  Teenage dream – Katy Perry
14.  Cold coffee – Ed Sheeran
15.  In between – Linkin Park
16.  Wake up – Avicii
17.  Thrift shop – Macklemore
18.  Payphone – Maroon 5
19.  One More Night – Maroon 5
20.  Moves like a jagger – Maroon 5
21.  This love – Maroon 5
22.  She will be loved – Maroon 5
23.  Lego House – Ed Sheeran
24.  Impossible – James Arthur
25.  More than friends - Inna
26.  Back to black – Amy Winehouse
27.   Hot’n cold – Katy Perry
28.  Break your heart – Taio Cruz
29.  Love Story – Taylor Swift
30.  When I´m gone- Eminem
31.  Beautiful - Eminem

Cuando llegamos al aeropuerto mi hermano rompe el silencio.
-¿Estás bien?- me pregunta
-Sí, pero estoy preocupada por lo que pueda estar pasando.- digo sin dar importancia.
-Vale, no te preocupes, cuando lleguemos a Venecia seguro que Skarieth nos dará alguna explicación.
-Gracias.- le digo mientras me dirijo al mostrador para facturar.
Una vez en el mostrador muestro mi DNI y pasaporte y facturo el equipaje.
Mi hermano hace lo mismo, pasamos los controles y ambos comenzamos a sacar de la bolsa de mano de mi hermano las botellas de agua, que se encargarán de aportarnos la energía suficiente por si nos surge alguna pelea hasta que Skarieth nos dé nuestras armas.
(Aclaración) A Alysa y a Alexander Naeteath les fueron requisadas sus armas al terminar una misión encomendada por un antiguo profesor de la academia de los avernos “Estigio” , que terminó en un escándalo, en el que se vieron involucrados muchos alumnos de la academia, incluidos Angelo Sliunglith y Andreus Lavcoannii; por el engaño del profesor, por eso, tan solo sufrieron que se les requisase el arma, en lugar del encierro, que hubiese sido el castigo corriente. (fin de la aclaración)

Cuando hemos bebido al menos cinco botellas cada uno, nos sentimos lo suficientemente capacitados como para enzarzarnos a una pelea cuerpo a cuerpo y poder ganarla.

Cuando se acerca la hora de embarcar ambos subimos al avión, y una vez allí nos sentamos juntos.

-Aly, tengo algo para ti.- dice cuando ya estamos colocados mientras saca un paquete rectangular envuelto con un papel de regalo rojo.- Toma, abrelo.

-Gracias.- digo con una sonrisa mientras lo abro con cuidado, quitando los distintos pedazos de celo que unen los lados del papel de regalo.- Oh.- digo con sorpresa y emoción cuando veo un precioso álbum de fotos antiguo.- Es precioso.- digo en voz baja sin poner evitarlo, lo abro y leo la dedicatoria de la primera hoja.

    “Alysa, he recopilado todas estas fotos, porque sé que te gustan los recuerdos, porque sé que las aprecias, porque eres la mejor hermana que puedo tener.”

-Muchísimas gracias enserio.- digo sin poder evitar sonreír. Comienzo a pasar las fotos poco a poco y no puedo evitar sonreír. Después de pasar aproximadamente 30 o 40 fotos llego a una página en la que solo hay una dedicatoria:
 
 “Ahora es el momento de que lo completes tú, de que completes tu vida, tus recuerdos”

-¿Te ha gustado Aly?- me dice mi hermano sonriente.

-Me ha encantado, eres el mejor.- digo mientras lo abrazo.

-“Estimados pasajeros, en 30 minutos llegaremos a nuestro destino, les ruego que se mantengan sentados hasta que el avión se detenga por completo, gracias”- dice la voz de la azafata, que resuena por todo el avión.

-Bueno, ¿Tienes ganas de que te den tu espada?- pregunta mi hermano.

-Bueno, la verdad, es que después de haber pasado 15 años sin ella ya no me es tan necesaria, además, sabes que yo nunca voy completamente desarmada.- digo sonriendo.

-Ya, como alguien se entere de lo que haces acabas en la cárcel del infierno, y no creo que te haga mucha gracia… Sabes que eso significa torturas continuas, y que nunca vas a morir.- dice mi hermano muy serio, hablando en la lengua de los avernos, para que nadie pueda entendernos.

-Lo sé, pero con lo que llevo a penas me sirve para defenderme… Pero si nos atacan serán muy útiles…- digo en un susurro inaudible para los humanos en nuestra lengua materna.

-Haz lo que quieras, pero que no se entere nadie.- dice mi hermano zanjando la conversación y sacando su iPod.- Voy a escuchar música.


Cuando dice esto se gira y cierra los ojos. Pasamos el resto del trayecto en silencio, a la espera de que el avión aterrice y cada uno llegue a su destino.

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